Pues hay algo en este blog de lo que no me atribuyo los derechos pues es obvio que las fotos no son mias, no lo oculto en alguna ocasión me parece que he citado de donde la saco, si no es así, trataré de tenerlo como una costumbre. La cuestión es que la mayoria de imágenes pertenecen a ese maravilloso cuento de amor casual que te atrapa y no te suelta, pues esa oda al amor a mi me cautivó para siempre y ahora soy fiel medemiana, por eso los elogios varios que por el blog le dedico. Sólo quería plasmar en un post mi más sentido afecto hacía él, primero como persona pues puedo decir que me agrado muchisimo conocerle pero es que además es de esas personas que una vez has estado en su presencia jamás podrás borrar de tu memoria el halo que a su alrededor se respiraba, transmite mucho Julio y su mirada desde las alturas (como las aves del comienzo de Caótica Ana) se siente como una fuerza embriagadora, tiene "charme". Pero además debo proclamar mi gran admiración por su cine, por su forma de escribir y contar cosas que no nos habiamos parado a mirar de cerca porque parecían cotidianas, una niña que corre a la salida de un colegio, un niño que lanza aviones de papel, una motorista amnésica, un escritor bloqueado por sus propios sentiemientos y creador de obras que cobran vida, muchos muchos momentos que nos regala y nos hace participes de su gran capacidad creadora porque Lorenzo no era otro que el propio Medem, dejándose devorar por lo que escribia, dejando que Lucía tomase su propio camino, aquel que él ni siquiera había imaginado para su heroina que en realidad era Ana, caminando hacía la luz después del frío circulo Polar ártico.
Reflejar la vida de dos familias a través de varias generaciones desde el punto de vista del ojo de una vaca es una de las miradas más atrevidas al conflicto vasco pues ésta metáfora permite mostrar su desacuerdo con lo que sucede, sino como se iba a atrever a decir que sólo desde un punto de vista deshumanizado se podía mirar aquello, desde la vacuidad, desde la nada. Era un sinsentido. En su primer film, Vacas, logra congregar violencia, miedo y horror ubicandolo en mitad de un paisaje netamente vasco que deja fluir el sentir de sus gentes.
Después nos deleitó con esa Ardilla roja, que mostraba la vida de una amnésica, Emma Suarez que se disponía a jugar a la mentira que Jota, con la nariz de Nancho Novo, había inventado desde la noche en que la salvó, le contó que era su novia y juntos de fueron a un camping mediteráneo, llena de erotismo y pasión e inteligencia femenina.
Le sigue Tierra, ese desdoblamiento de Ángel en hombre y en ángel, magnífico Carmelo Gómez, ese hombre al que le caben varios mundos a la vez y que es incluso capaz de amar a dos mujeres al mismo tiempo, en sus dos vertientes, en la humana y en la divina. Mari y Ángela son tan opuestas que eso aún le excita más, ese erotismo a gritos de Mari, esa candidez de Ángela... Silke como la descarada Mari, una de esas apariciones en el cine que parece que van a dar mucho que hablar y luego se quedan en eso y un anuncio de compresas. Luego tenemos a una de sus musas, Emma Suarez, en la piel de Ángela la sufrida esposa de Patricio (el bruto Karra Elejalde) que se enamora del hombre que esconde Ángel. Un recorrido por la tierra para llevarnos al cosmos de los sentimientos, una fantástica película que te hace sentir.
A esta particular cinta siguió Los amantes del círculo Polar que tan destrozado dejó a Medem pero que tan buenos resultados obtuvo en taquilla, un éxito que le confirmó que tenía que seguir adelante con su siguiente proyecto, un cambio de registro y un acercamiento a la luz, fue entonces cuando llegó Lucía y el sexo, tan alejada pero siempre tan personal.
Y ahora después del bache emocional que le supuso las críticas de La pelota vasca, llegó Caótica Ana, tan maravillosa y laberíntica como blanca y pura. Solo me queda decirte Julio, gracias, por hacernos sentir, por dejarnos sumergirnos en tus mundos, en esos que te caben dentro, en esos que nos regalas en casa película y que te invitan a percibir todo de otra manera, no olvidaré jamás lo del ascensor.
(en otro momento colgaré la foto pues no sé porque no me deja... era una de medem en el rodaje de Caótica Ana en Ibiza junta a Manuela Vellés, lo intentaré en otro momento)
(Bueno al final la otra foto se ha resistido, sospecho que era muy grande y no me he instalado aún el photoshop, así que he buscado locamente por la red otra y esta es una buena muestra de esos ojillos de pillo que tiene Peru Medem, pues de mayor es igual de adorable pero con el pelo largo!!! vamos para comerselo pero después de hacer lo propio con el padre, me está saliendo un post muy canibal pero es que es sábado por la noche y he decidido reusar las ofertas de ocio nocturno por la compañia de mi portátil y alguna buena película, en estos momentos me estoy pensando lo de darle una oportunidad a Bergman que me aburrió soberanamente en Saraband pues tengo encima de la cama, Fresas salvajes y Fanny y Alexander, así que una de las dos caerá, ya os contaré en mi otro blog cual fue y como estuvo...)
Un saludo y gracias a los que os estáis convirtiendo en asiduos, esto empieza a funcionar, I think so...
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